Por: Paula Contino
En principio quiero decirles que no voy a contar el libro, porque esa será tarea de cada lector y lectora, y lo que Margarita nos revele en esta presentación que según sus propias palabras, el libro se levanta “entre los arrebatos del gozo y del quebranto, entre la libertad y el desarraigo”. Sí, voy a compartir con ustedes algunas resonancias y derivas que me dejó Fragmentos de la memoria, Mi vida en dos batallas.
La autora nos sitúa en momentos cruciales de su vida y en nuestra historia colectiva, convirtiéndose en un puente que desborda y rompe con sigilo la linealidad artificiosa del tiempo. La memoria es el enclave narrativo que le pide y le reclama al pasado lo que sucedió, para pasar la carne por el cedazo del presente y descubrir otros futuros posibles. Solo la memoria tiene esta cualidad de convertirse en el centro palpitante que nos permite revistar lo vivido –casi- con ojos nuevos, casi con ojos extranjeros de aquello que llevamos en el cuerpo escrito en la piel. Margarita Drago nos abre la puerta de su historia y nos permite asomarnos a sus experiencias políticas, afectivas, amorosas y, convertirnos en lectores itinerantes de los pilares que la construyeron, la definieron, para luego advertir, un camino sinuoso de de-construcción y re-significación de su identidad, para comprender que la vida, el deseo y el desconsuelo se resisten a ser capturados de manera definitiva y cristalizada.
A través de su narración en primera persona, podemos reconocer el profundo valor del testimonio. Entre quien testimonia y quien escucha -o quien lee- nace una confianza de carácter inaugural que nos permite comprender y acercarnos a la historia de otra manera. En este caso, podemos hacerlo de una forma sensitiva para comprender como ella libra esas dos batallas, y al mismo tiempo, percibir la historia de nuestro país que sigue latiendo entre sus venas abiertas.
Este libro se levanta sobre sí mismo recuperando los pasos andados, y ofrece derechos nuevos que devienen de la lucha y el poderío de la palabra. El relato que se resiste al olvido, se vuelve a escribir masticando desde la lejanía del acontecimiento, el dolor, pero también el amor.
Cuando se encuentren entre las primeras páginas, donde van a apreciar la nota de la autora, verán que Fragmentos asume una nueva corporalidad. “Un reordenamiento de los relatos que lo componen e incorpora una historia no contada, apenas esbozada en la versión original (presentada en nuestro suelo argentino en el año 2007). “El nuevo título (…) -dice Margarita- alude a las dos batallas esenciales que libre en los años de confinamiento. Una se inicia con mi detención y se prolonga hasta el día en que recupero la libertad. La otra es la que me tocó enfrentar con y ante el partido en el que militaba a causa de una relación amorosa con una compañera, acto prohibido por la organización (donde militaba) y, en su momento, por la sociedad y sus instituciones del poder.
Desde el inicio y hasta el fin, ella logra con destreza narrar esas batallas en dos registros esenciales que definen la vida humana, lo existencial y lo cotidiano. Aquello que determina nuestros ideales, nuestras convicciones, una cosmogonía que nos situa en el mundo como horizonte de sentido, pero también en el gesto elemental que despierta en cada amanecer. En su relato palpita nuestra historia y la vitalidad de la política como herramienta de liberación. Teje y trama lo colectivo desde lo singular, valorando lo sencillo, lo pequeño, lo amable como condición fundante de otra humanidad. En su trabajo literario, conviven la ternura con el dolor que lacera; el miedo convertido en plomo se mezcla con la risa y el abrazo a bocanadas que exorciza y resiste el desconsuelo y la impiedad opresiva de los dictadores.
Fragmentos recorre con finas puntadas su vida familiar, su amada tarea docente, los sueños de revolución y el horror de la maquinaria genocida; al tiempo que aparece la fuerza del deseo que se va abriendo paso lentamente entre dogmas patriarcales, partidarios y sociales. Su historia de amor nace en el encierro y con el estigma de lo prohibido. En la cárcel premeditada por sus maquiavélicos captores, descubre una nueva forma de amar. Margarita se define como “Mujer fronteriza”, consciente de que pudo arrebatarle su libertad a los perpetradores, a costa de vivir en el exilio.
La autora, en sus propias palabras, se considera “Una mestiza que se instaló y adoptó la frontera como espacio para construirse definirse y redefinirse en sus múltiples y cambiantes subjetividades”. "Soy una transterrada" –dice- "relocalizada". "Me defino latinoamericana no acuso pureza de sangre. Soy feminista me reivindico marxista aunque no dogmática, cuestiono".
Quien se asome a su escritura, a lo largo de las páginas desandará junto a Margarita el ejercicio de la memoria social desde su historia personal, y también encontrará, el sigilo de una mujer en el encuentro íntimo con su desvelo.
Paula Contino es docente extensionista en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR, y actualmente, se desempeña como Secretaria del Área de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Rosario. Sus estudios de grado y posgrado pertenecen al campo de la comunicación social y la gestión pública. Su tarea docente la lleva adelante en las siguientes materias: “Cátedra de Extensión entre cuerpos y sentidos”, “Pensamiento Sociopolítico II” y la “Residencia Integral” del Profesorado en Comunicación Educativa. Forma parte del Comité Coordinador de la Diplomatura en “Discapacidad y derechos humanos. Un abordaje desde la educación”, dependiente de la UNR. Dentro de las tareas institucionales que lleva adelante, representa a UNR en la Comisión Ejecutiva de la Red Interuniversitaria de DDHH (RIDHH) perteneciente al Consejo Interuniversitario Nacional, y también, es Consejera Directiva por el claustro Docente por su Facultad. Recientemente creó, en el ámbito de la mencionada Área, el Centro de Diseño Inclusivo (CEDIN) en articulación con tres Unidades Académicas de la UNR. Durante el período 2015-2019 fue Secretaría de Extensión y Vinculación de la Facultad de Ciencia Política y RR.II. Es autora de múltiples artículos y coautora de los libros Cartografías del territorio: de la crónica extensionista a la reflexión integral de la universidad y Miradas del territorio. Narrativas sensibles desde la universidad. Forma parte del Comité Académico de la Revista +E de la Universidad Nacional del Litoral.
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