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Platicando con...

Noviembre avanza y EntreTmas Revista Digital se complace en presentarles a nuestros lectores y lectoras al poeta cubano Manuel Adrián López.

Nací en un pueblo llamado Morón, en la entonces provincia de Camagüey, Cuba. Supe desde una corta edad, que era algo diferente a todos los otros muchachos del barrio. Me llamaban mucho más la atención los adultos que otros niños. Vivíamos en un mundo surrealista. El verdor del platanal de mi abuelo era herramienta para cobijarme y esconderme de un mundo bastante agresivo. Un constante daydreaming. En aquel momento no me daba cuenta, pero todo a mi alrededor sería eventualmente combustible para escribir. Las figuras de la madre y la abuela paterna, dos robles, dos feroces lobas protegiéndome. También la tía Elida, siempre de la mano. A los 10 años salimos de Cuba vía el puente marítimo del Mariel. La experiencia nunca se olvida. La tengo en OFF, pero es algo así como un tipo de enfermedad crónica que, si te excedes en lo que comes, por ejemplo, se dispara. Los gritos de los milicianos, el perenne miedo, las olas furiosas, el vómito, la embarcación que no aparecía, la desesperación, el hambre, siempre el hambre…hicieron mella en aquel niño que no entendía del todo lo que sucedía a su alrededor. Llegamos a este país, a un idioma ajeno, a un modo de vida completamente diferente, tropiezos inesperados, a empezar de nuevo sin el amparo y la sabiduría de los más viejos. Sobreviví. Sobrevivimos.


Anduve extraviado por muchos años. Involucrado en destacar lo mejor de otros, nunca enfrentando ni dándole un lugar a quien realmente yo era. Con el tiempo supe que todo ese quehacer era aprendizaje necesario. Un buen día apareció una mujer bellísima, con una luz extraordinaria y una sabiduría privilegiada. El encuentro con la poeta Elena Tamargo fue decisivo para tomar el camino definitivo a la poesía. Desde entonces, nunca ni nada, me ha apartado de la mano cálida de la poesía. Mi transitar ha sido rocoso, a veces sorprendente y siempre de una gran honestidad. He sido muy receloso con la poesía. La respeto profundamente.


Como promotor cultural he abierto espacios para un sinfín de escritores, ceramistas, artistas plásticos, cantantes, orfebres y alguna que otra actriz, entre otros. Comencé con Noches de Poesía en un diminuto local en la Pequeña Habana que durante los cuatro años que existió se convirtió en el sitio por excelencia de la poesía en Miami. Zu Galería fue un proyecto de amor que dejó una gran huella. Luego seguí por un tiempo mis Noches Literarias en la Alianza Francesa hasta que esta también cerrara. Por varios años realicé con mucho éxito, mi Semana Alternativa de Literatura durante la jornada de la Feria del Libro de Miami. También desarrollé varios eventos como parte de mi ciclo literario, incluso exposiciones de arte, en la sede del Teatro Akuara de Yvonne López Arenal y Mario García Joya.


En Nueva York participé de muchísimas lecturas y festivales de poesía y llevé a cabo una serie, Poesía Cubana en Harlem, con el auspicio de Broadway Housing Communities donde participamos poetas cubanos de ambas orillas. También tuve la peña literaria, Cafecito del Arte.


El escritor independiente que soy siempre anda con algún proyecto debajo del brazo. A donde quiera que llegue, por mínimo que sea, dejo evidencia de mi obra y la de otros, involucro a la poesía en esos entornos. Desde hace tres años vivo en un pueblo de la Florida, lejos del bullicio, completamente alejado de todo. Era mi destino llegar aquí. Encontrarme con Sebastián estaba en las cartas. Volver a la raíz, trabajar la tierra, ser acribillado por las hormigas una y otra vez, ver el amanecer con una banda sonora de pájaros, saludar a los conejos cada mañana, entre tanto más, ha sido la continuidad de la poesía en mi vida. Vivo lo más poéticamente posible. Siempre ha sido así. Claro, con los años y lo vivido evito hablar del futuro. A veces prefiero ni tan siquiera hablar del presente. Tengo varios libros inéditos de poesía, cuento, algunos escritos en español y otros en inglés. Escribo casi a diario en la penumbra de mi habitación, con la laptop encima de los muslos, acompañado de música y la perenne taza de café. No dejo de crear, ni de trazar este camino que ha sido la revelación más importante y definitiva para este hombre que busca un alivio que nunca llega.

So I remember every face Of every man who put me here…”

I Shall be Released cantada por Nina Simone




Poema


Reconocí mi propia enfermedad en el rostro de Francis Bacon


Lucien Freud lo pintó por primera vez en el 52.

Me han pintado varios.

Santos ha sido el que mejor ha dado

con mi pesar.


Bacon me lo dijo bajito mientras comía un meat pie

en el pub que queda a unas puertas

de donde alguna vez vivió.

Ebrio y trasnochado me confirmó

lo que ya sabía:

Es hora de resignarte, old chap.

Lo escuchaba y a la vez lo ignoraba.

Me daba cabezazos contra la puerta esmeralda

de su antigua casa.

La hiedra se entrelazaba con el cuello

de mi abrigo japonés

y enredaba sus ramas contra mi escaso

pelo de cincuentón.

Bacon se acercaba a mi oído y se apartaba

intermitente

su aliento rancio

y escaso.

Llegaba tarde

aunque nunca le dije.

No quise pincharle el globo.

Supe de mi enfermedad al detenerme

en ese retrato suyo de Lucien Freud.

Le debo igual.

Gracias a su mirada triste me di cuenta.


Debo recuperar las alas perdidas

mejorar el aliento

abrir espacio en el closet para los suministros

tener a mano el pasaporte

y los 50 euros que me sobraron

del último viaje.

Debo colocar las cuatro cosas

esenciales

en el bolso que me regalaron

en el hospital

cuando me partieron el pecho.


No podré llevarme conmigo el libro de tus pinturas

querido Francis.

No va a ser posible empacar mi rostro

pintado por Santos.


Viajaré estrictamente con mi enfermedad

y mi gata.

135 visualizaciones2 comentarios

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2件のコメント


zumanny
2023年11月16日

Gracias querida Maya.

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mayapoeta
2023年11月11日

Un gran placer ha sido para mí leer la entrevista del poeta cubano MANUEL ADRIAN LOPEZ. Conozco su pueblo llamado SEBASTIAN, y A SU GATA,la mejor poeta en su alma. Mucho más, he presenciado sus poemas de sus labios, sus escenarios poéticos (no tengan duda)... leerlo en su entrevista ha sido,encontrar casi todas las posibilidades de su ser.

De niño a hombre se sienten las huellas de su caminar.

El poeta platica, es un pan que busca su propio bosque para descansar, decir su verdad.

Por lo menos, esa fue mi impresión de lectora.


Maya Islas


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